Imagina

Cuando la realidad, los datos, falla, hace falta recurrir a la imaginación. Ella cubrirá los huecos que falten y quizá sea más bonito, o más interesante -que una cosa no tiene por qué acompañar a la otra- que la realidad. Y con esto se hace el punto y final de una historia.

Ya no hay marcha atrás

Hay veces que llegas a un punto sin saber cómo, imaginándote el porqué, pero, sobre todo, sin ver la salida. Todos los caminos están cortados, y ya no sabes por donde llegaste, o simplemente no puedes volver por ahí, pues el camino está cortado. Esos son momentos en los que te lamentas por haber hecho lo que has hecho.

Llegas a situaciones que no desebas, que ni siquiera entraban en tus planes, que no contabas con ellas, no te las imaginabas... pero son reales y ahí están, en tu presente. Buscas una salida, y otra, y otra, tu impaciencia aumenta a medida que encuentras caminos cortados, caminos que a veces cortaste con anterioridad, quizá inconscientemente. Llegas a un punto en el que te has perdido, no sabes de dónde vienes, por dónde has ido, ni cómo entraste en el laberinto. O sí.

Sabes por donde entraste, pero también compruebas que no puedes hacer nada para volver ahí, bien porque te perdiste, bien porque es inaccesible, porque te encargaste de hacer la entrada de tal forma que solo se pueda entrar, mas no salir. De ninguna manera, nunca serás capaz de alcanzar la entrada para poder salir, tendrás que buscar una salida que puede ser inexistente, porque tú las cortaste todas.

Y llegas a un punto en el que te das cuenta de que ya no hay marcha atrás...

... o sí.

Mentira

¿Cuándo se va a acabar esta farsa? Intentas aparentar lo que no eres, intentas ser otra persona, intentas generarte una reputación específica. Y nada de eso mereces.

¿Por qué ese miedo a ser como se es? Cada uno ha de buscar en ti lo que eres, y apreciar lo que eres, no lo que dices ser, pues llegará un momento en que actuarás como eres, no como dices que eres, y puede producir gran conmoción.

Que no te importe lo que piensan los demás, por favor, es patético. Vivir dependiendo de los demás, y tú, ¿dónde te quedas? ¿Hasta cuándo aguantarás así? No dependas de los demás, vive tu vida como tú eres, no mates a una persona para crear un robot.

¿Estás triste? ¿Te sientes solo/a? Qué pena me das, ahora ven arrastrándote, suplicando compasión. Ensúciate con todo lo que has creado, desanda todo el camino que has hecho, recoge tu rastro, trágatelo. Trágate tus palabras, tus actos, tus pensamientos... y empieza de nuevo, sin depender de nadie, siendo tú.

[...]

Ya veo, es tarde, ¿eh? Tú te lo has buscado, lo siento, que digo, no, no lo siento, quien avisa no es traidor, y no me hiciste caso. En fin, tendrás que recoger lo que has sembrado, algún día tendría que llegar, ¿no? Tanto tiempo viviendo una farsa, añadiendo más pisos a la torre... En algún momento tendría que caer...

Por cierto, gracias por pedir ayuda, así me das aún más la razón.

Hipócrita

Hasta las narices del Dewplayer
La hipocresía está al orden del día en una sociedad que va a la deriva. ¿Cuántas veces no se ha dicho una cosa y pensado otra? Actuar de una forma totalmente contraria a la anterior, decir lo que no es... ¿Familiar?

Mentir puede salir bien, puede, hasta que se descubre la mentira. Nunca se queda bien cuando se descubre una mentira, sobre todo si esa persona que la descubre es "importante" o te aprecia en cantidad, cuando resulta que tú no lo haces, que creía que ibas a hacer una cosa cuando haces otra totalmente a sus espaldas...

Esto aumenta si le sumamos una relación personal prolongada, o más o menos íntima, sin entrar en el pensamiento fácil y gracioso imperante en la actualidad.

Pero, ojo, no nos engañemos, no todo es mentira. Si te tomas algo de determinada forma, y resulta que no es así, no esculpa de la otra persona que no te dijo nada, cúlpate a ti por prejuzgar.



La hipocresía estuvo presente a lo largo de la historia, pero no por eso debemos continuar con los hábitos y costumbres de antaño. Si hacemos un repaso, los organismos y personas que actuaron de esta manera, no se recuerdan gratamente, y los que lo hacen, es porque también son hipócritas y no reconocen la realidad.


No actúes así, que luego ocurren cosas que no se quieren... o sí.

Hablar es arriesgarse a perder la vida.

Cuando alguien abre la boca para decir algo, está demostrando el poco amor propio que tiene, y está poniendo en juego hasta su propia vida.

Olvido

Canción
Evadirse de una cuestión problemática. Centrarse en alguna atividad concreta para olvidar un problema. Querer evitar enfrentarse a los conflictos no siempre es la mejor solución, al igual que responder con fiereza.

Hay que entender que, a veces, las circunstancias son superiores a las intenciones.

A veces, escapar, es una solución viable. Olvidarse del problema, dejarlo pasar, como si no existiera... Pero si luego se recuerda, pasa factura. E intentas olvidarlo de nuevo. Caes en un círculo vicioso del que quieres salir pero no sabes cómo, y a la vez sí.

Otras veces, eres tú quien fuerza la situación de recordar, recordar para después volver a olvidar, porque el recuerdo te produce ese efecto placebo que tanto deseabas, y te das cuenta de que eres un tanto masoquista. Te das cuenta de que, por mucho que lo intentes, no podrás olvidarlo, o no quieres olvidarlo, porque con él se va una parte de ti.

Pero la vida sigue, y llega un momento en el que te das cuenta de que ya no hay problema, que se fue sin decir nada, sigilosamente. Y te alegras, pero a la vez te entristeces, pues aprendieras a convivir con él. Pero la vida sigue.

Paciencia

La calma, la tranquilidad, esa gran compañera que todos queremos, esa situación en la que no se está mal. Los períodos de calma siempre son agradecidos, nunca viene mal un descanso. Son agradecidos, digo, incluso aunque se trate del ojo del huracán. En una época de tempestad, el reposo es agradecido, ayuda a coger fuerzas para la siguiente oleada. Claro que, siempre hay que pensar en el futuro, si no, el resto de la tormenta nos cogerá por sorpresa y ocurrirá lo peor.

Siempre hay que pensar en el futuro. Si vives pensando en el futuro ocurren dos cosas: o no disfrutas el presente, pensando en lo que ocurrirá después, o bien no le das importancia a las penurias que puedas pasar en un presente difícil, esperando que el futuro sea mejor. En cualquier caso, pensar en el futuro, en las consecuencias de las cosas, en lo que pueda venir, no está de más; alguna que otra vez, no hace daño hacerlo. Abstraerse, abandonar el presente, para imaginar lo que sucederá, puede evitar unos cuantos problemas, así como también, en otros casos, puede provocarlos.

Pues, siguiendo con lo anterior, no podemos actuar sin más, tiene que haber alguna causa, alguna finalidad, algún objetivo. Aspirar a ese objetivo nos lleva a pensar en el futuro, y en lo que puede hacer que se cumpla o que no se cumpla.


Para conseguir la calma, para disfrutarla o para saber esperarla, hace falta una cosa muy importante: paciencia. Sin paciencia, no se puede esperar que llegue un tiempo mejor, puesto que la espera se hará eternam así como no se puede conseguir la calma, porque el largo período de tiempo anterior no habrá pasado en vano, y aumentará la tensión, produciéndose un alejamiento de la calma. Con paciencia, se puede encontrar calma en cualquier situación. Para hacerse a una idea, en una época de total tensión y aparente estrés, como puede ser la temporada de exámenes en un estudiante, si se utiliza la paciencia, el pensamiento frío, se puede realizar un esquema de la disposición del tiempo, dejando tiempos de margen e incluso momentos de descanso. Pues bien, esos momentos de descanso, son la calma. En cambio, si uno no piensa, incumple el horario -si es que fijó uno-, actúa según lo que le apetezca en ese momento, sin pensar en el futuro, se encontrará en una situación en la que se quejará tanto por haber perdido el tiempo como por carecer de él. En estos casos, si no se actúa con paciencia, la misma que ha faltado hasta este momento, la bola de nieve seguirá aumentando, arrastrando todo a su paso.

La paciencia sirve de mucho. Afrontar cualquier problema con calma, programando, siempre es mucho más fácil de solucionar -pero no de vivir- que dedicarse a pensar en lo gordo que es y en cuán desdichados somos. Esta opción es la más fácil a la hora de vivir el problema, pero no si queremos solucionarlo.


De modo que, teniendo en cuenta que hay que tomarse los acontecimientos de la vida con calma y paciencia, puesto que no todo saldrá siempre como queremos. A menudo se achaca esto a la suerte, ya sea buena o mala...

Veamos, la suerte no existe. Lo que llamamos suerte o azar, no es más que una serie de coincidencias. En algunos casos, estas coincidencias siguen un curso favorable desde el punto de vista de una persona, pero malo desde el de otra, y viceversa. Ilustrándolo, si nos encontramos en una situación en la que hay que escoger entre dos opciones, sabiendo que cada opción conlleva a un resultado, pero indeterminado par anosotros, tal que así:


A ----> C ---(factor m)--> M
A ----> C --- (factor n)--> N ----> X

B ----> D ---(factor o)--> O
B ----> D ---(factor p)--> P ----> Y
B ----> D ---(factor q)--> Q ----> Z


En este sistema, A y B son las opciones, que a la vez causan las situaciones C y D, respectivamente. Cada una de estas, puede producir otras, condicionadas por una serie de factores, que pueden intervenir o no. En cualquier caso, la intervención de estos factores se debe a la casualidad, a la coincidencia, a eso llamado suerte, pero que no lo es. Si tenemos en cuenta que la solución X es favorable, Y y > son negativas, y el resto no se consideran ni buenas ni malas, se diría buena suerte en el caso de X, mala suerte en Y o Z, y ausencia de suerte en los demás casos.

Por eso, no digamos que tenemos buena suerte, solo tenemos que decir que una serie de factores fueron acordes con nuestros intereses, y la mala suerte se debe a que los factores no eran los deseados. En todo caso, una vez más, como todo problema, debemos afrontar la mala suerte con paciencia, y la buena suerte como simplemente eso, 'buena suerte', sin que ninguna fuerza externa o sobrenatural nos guiñe su ojo.



Paciencia, tu suerte se acaba.

Oportunidad

Te alzas y dices: quiero hacerlo. Sí, tienes la intención de llevar a cabo tu propósito, de conseguir lo que deseas, de realizar tu sueño. Quieres creer que puedes hacerlo, y te imaginas después, lo que conseguirás con eso. Te regocijas en el mundo de la ilusión, revolcándote en el éxito que obtendrás si lo haces bien. No lo dudes, si sabes que va a salir como deseas, hazlo. No te eches atrás, si tanto lo deseabas, hazlo.

¿Qué pasa? ¿Tienes miedo? Ya no tienes la convicción de que va a salir bien, ¿eh? Pero, ¿por qué? ¿No era lo que querías? ¿O es que ya no lo quieres? Pues entonces, ¿qué hacías imaginándote el resultado?

Ah, que has cambiado de opinión... Eso se hace en un período de tiempo medio-largo, no de un día para otro.

Venga, ¿a qué esperas? Decídete, tienes la oportunidad. Vamos, hazlo, no tengas miedo, todo saldrá bien. Sí, tienes ese deseo, se ve el brillo en tus ojos, quieres hacerlo, tienes decisión. Me gusta, me gusta. Una pena, pero si es lo que quieres... adelante.

Hoy puedes decir que tu corazón, que tu ser, arde.

Sueños

Los sueños son raros, ¿quién no lo ha dicho alguna vez? ¿Quién no ha tenido un sueño raro? ¿Y uno bonito? ¿Y uno que no recuerda?...

¿Qué se esconde detrás de los sueños?

Los psicoanalistas decían que las cosas que reprimimos pasan a nuestro subconsciente, para soñar con ellas, puede ser cierto, pero no del todo. Porque a veces soñamos cosas que vivimos, y que no queremos reprimir, otras deseos, e incluso cosas surrealistas que no tienen nada que ver con nosotros.

No se puede englobar el conjunto de los sueños en un grupo, cuando creas que los tienes a todos atrapados, aparecerá uno nuevo, distinto, que se saldrá de ese margen que has marcado.

Si es un sueño bonito, queremos vivirlo, que sea real, si es feo, olvidarlo, si es raro, dejarlo pasar... ¿Por qué? Una persona puede ser realmente feliz si sueña con algo que así lo haría, o sentir miedo y angustia si así se lo dicta su mente, está claro que la transmisión que hacen es fuerte...

Parece que los sueños son ilógicos, que las cosas aparecen como surgen, sin pasar por ninguna depuración previa para ver si es verosímil o no lo que se piensa; son totalmente libres, una liberación de las cadenas que mantiene la razón durante la consciencia. Pero no del todo, se puede pensar de manera razonada, y extenderlo al mundo real, dentro de un sueño... Al menos a mí me tiene pasado, no sé a los demas, quizá yo sea distinto. O quizá sea simplemente que sueñe que estoy pensando...

No, no me vale decir "es solo un sueño", eso es muy fácil, yo quiero ir más allá... Descubrir algo más. No, no estoy loco, o eso creo, solo me gusta conocer, saber el porqué, si a ti no te interesa déjame en paz, ¿te recriminé alguna vez tu pasividad?

Déjame soñar.




It's the final countdown...

Pérdida de tiempo

Conocer a alguien para más tarde perderlo, qué idea más buena. Para eso es mejor ahorrar el tiempo y el esfuerzo en trabar amistad, es mejor decir: tú y yo vamos a acabar como empezamos, sin nada en común, y ya está. Lógicamente, no es lo mismo abandonar a la otra persona por motivos internos que por motivos externos, contra los externos no se puede luchar. Tener que crear nuevos vínculos puede gustar, pero también puede acabar cansando.

A veces surgen personas importantes de donde menos se espera, incluso de donde menos se desea. La nueva relación se empieza con ganas, con la esperanza de que funcione, si es que se quiere que funcione. Porque, a veces, la otra persona no quiere que funcione. Considerar a una persona como amiga no quiere decir que esa persona piense lo mismo de ti. Luego aparecen desilusiones. Las relaciones personales a veces pueden ser muy engañosas, las personas mienten, ya sea por piedad, por pena, por diversión, para reírse de los demás...

Jugar con los sentimientos de los demás no es demasiado comprensible, las consecuencias pueden ser muy graves.

Cállate

Si no tienes nada que decir, no abras la boca. ¿Palabras duras? Mejor que aguantar estupideces estúpidas, la verdad... Día a día aparecen situaciones en las que apetecen decirle a alguien que cierre la boca, pero, lejos de temas personales, me voy a centrar en aspectos genéricos.

Por un lado, si no tienes nada que decir, piénsatelo bien antes de decir cualquier cosa, normalmente serán tonterías que, lejos de pasar de largo, marcarán huella en ti. ¿Que te da igual? No hay problema, pero luego a ver quien quiere hablar contigo de una manera seria. Te sentirás solo/a, oh, pobre, qué pena me das. Y todo por no saber cerrar la boca...

No te lamentes por lo que has hecho, tú no tienes la culpa, claro que no, es de la sociedad... pero, ¿quién es la sociedad? Tú eres la sociedad. No intentes camuflarlo, no intentes engañarte, es tu deseo de quedar bien el que te hace quedar mal, admítelo.

[...]

Por otro lado, si tienes un retraso mental, cállate. Si no eres capaz de aceptar ciertos términos, conceptos, aspectos de la vida cotidiana de lo más normal, amijiño/a, temos un problema. Ya sabemos que dos más dos es cuatro, y que cuatro también es dos por dos, que es lo mismo que dos al cuadrado. Eso, para cuando estás dando los números, me parece perfecto, pero ahora...

Piensa antes de hacer preguntas y afirmaciones obvias, por favor, que más que inteligente pareces estúpido/a. Una vez más, tu deseo de quedar bien te hace quedar mal, ¿no ves? Pero no, tú sigues dale que te pego, tienes que representar un papel y darte a conocer como tal, muy bien, allá tú; pero, por favor, no molestes a los demás, ¿sí? Quiero estar tranquilo, no vengas a estorbar que se desagradece, y luego surgen conflictos, discusiones y... es mejor evitar todo eso, ¿entiendes?

Pues ala, buenas noches.

Des-amor

El amor, ese sentimiento universal, tan famoso y tan plasmado en la mayoría de las obras de la mayoría de las épocas de la humanidad. ¿Por qué esa fuerte atracción hacia un sentimiento? El sentimiento en si mismo deriva de o en una atracción, quizá también por eso sugiera sentirse atraído por él. Pero aún así, no parece un motivo lo suficientemente fuerte como para explicaralo.

El amor produce, a veces, una fuerte atracción sentimental hacia alguien, hablamos del llamado amor erótico, que es el más fuerte, el más pasional. Esa sensación de sentirse realizado cuando los sueños amorosos se llevan a cabo, esa inquietud por ser feliz gracias a él, todo eso que se lee, se oye, se ve sobre el amor y que en el fondo, influye en nuestra forma de ver al respecto, formando un círculo vicioso, también aporta su granito de arena. Pero, por otro lado, también está el desamor, tan doloroso e insoportable, que le toca aguantar a algunas personas por la causa que sea.

De todas formas, está claro que, a quien más a quien menos, el amor le trastoca, produce una alteración en su estado de ánimo, en su comportamiento, en su pensamiento, en su salud mental -y, a veces, física-; es decir, algo hace que no hacen otros sentimientos, tales como el odio o la ira, que, si bien producen cambios, no suelen ser tan notables. Una vez más, volvemos a decir lo de antes, los prejuicios que tenemos sobre el amor influyen de cierto en la forma de vivirlo.

Cabe decir también, de paso que se habla del odio, que el amor puede provocar un odio hacia la persona amada, no es que sea muy fuerte, pero sí hay un pequeño resquemor a veces. Ejemplos de esto son los celos, que, si bien son hacia una tercera persona, también recaen a veces en esa persona destinataria de nuestros pensamientos; la desdicha, el no ser aceptado, o incluso más, ser olvidado, genera una rabia y una ansia de venganza, por así decir, hacia esa persona. Esto no pasa cuando el desamor desaparece.

El amor es un arma de doble filo y punta en curva, y esto lo dice todo, los lados cortantes son los más predominantes.

Despreciado

Sentirse desplazado, apartado, despreciado. ¿A alguien le ocurrió eso alguna vez? Tal vez deberíamos pensar que esa persona puede tener algo bueno, o simplemente quiere pasar un buen rato, pero no, es diferente, por favor, fuera.

Permanecer observando el mundo, los rumbos de las vidas ajenas, acechando en los lugares menos sospechados, prestando atención a la vez que se realizan otras cosas. Observar escuchando, hablando, o pensando, ¿quién lo imaginaría, que detrás de ese velo, hay alguien siguiendo tus actos? No, no tengas miedo, no temas, no te hará daño. Se acercará a ti, se alejará, cuando lo crea prudente, no tengas miedo, no te quiere hacer nada malo, solo quiere jugar, jugar sus cartas, jugar al juego de su vida, y te observa para decidir si arrimarse a ti o no, pero cálmate, en cuanto lo considere oportuno se irá, y te olvidarás de él, aunque él no lo haga contigo.

Esa persona que te observa, que te sigue, es distinta a ti, ¿y qué? Tan solo quiere hacer lo que hacen los demás, pero de una forma diferente, que puede tener incluso un toque mágico, especial, pero tú, ignorante, que tienes miedo a lo nuevo, a lo distinte, lo desprecias.

Permanece observando, imaginando, envidiando, sufriendo... por ser distinto. Sufre al ver que no tiene lo que los demás tiene, desea arrancarse los ojos, dejar de ver, dejar de sufrir; desea arrancarse la mente, dejar de imaginar, dejar de sufrir; desea arrancarse la vida, dejar de existir, dejar de sufrir...

Sentirse rechazado no es lo que quiere, apartarse es lo que hace, para evitarlo.

"L@ quiere, l@ ama... l@ odia." Por el resto, bien.

Consumismo

Vivir es caro. Los productos básicos se encarecen, el paro aumenta, los lujos cada vez son más lujosos...

Hay quien dice que el consumismo es bueno. Depende de para quien. Analicemos el consumismo, ese círculo vicioso que se repite más que la historia, con un ejemplo y un "resumen crítico".

Vamos a la compra, nos gastamos determinada cantidad de dinero, y vamos a casa. Observamos que la mayoría de la gente gasta, de media, esa misma cantidad que nosotros hemos gastado. Así una y otra vez. Al cabo de un mes, se lanza una gran campaña publicitaria sobre un producto, respaldado -o no- por una compañía famosa y de aparente prestigio, en la que se nos convence de que ese producto, ya sea nuevo, ya sea uno existente, nos dicen que es mejor que cualquier otro, que es más útil que las versiones anteriores, o que es mejor que todos los demás del mercado. Día sí día también oímos las voces en la radio, observamos los carteles, los anuncios en la televisión, etcétera, y todos nos dicen cosas parecidas con un mismo fin: "compra mi producto".

Volvemos a la compra, el producto estrella del mes está en una cabecera, lo probamos. Observamos que la mayoría de la gente se acerca y lo coge también. Ha tenido éxito, solo falta que la gente repita, se aumenta la cantidad de unidades, el tamaño de los envases, y el precio se mantiene. La gente lo compra, es hora de subirle el precio, para "compensar el bajo precio de salida", el público está captado, van a seguir comprando, y pagando cada vez más.


Con la compra masiva de artículos, el dinero se mueve más, generando un profundo capitalismo. Los empresarios ganan dinero, pero no les basta, quieren más. Aumenta la demanda, para dar cobertura hay que aumentar la oferta, si aumenta la oferta, bajan los precios, no, eso no puede ser, vamos a mantener la oferta, pero subamos el precio para que los compradores paguen más, todos quieren, y yo "no puedo darles a todos", así que, que paguen por lo que quieren. La llamada cesta de la compra se encarece, ahora pagamos más por menos, pero no queremos eso, estamos acostumbrados a ese capricho semanal, a ese deleite mensual, a esa concesión cada cierto tiempo, a llevar determinada cantidad de productos. Pero, ¿qué ocurre? No tenemos tanto dinero, los sueldos no aumentan. Pasamos de ahorrar el 15% de nuestro sueldo a ahorrar el 2 o el 3%, surge una emergencia, hay que pedir un crédito, queremos un coche nuevo porque es el último modelo y sale ne todos lados, pero no queremos renunciar a nuestros regalitos y lujos, ¿no?. Hay que pedir un crédito, hipotecarnos de por vida para cualquier cosa.

Pero no te preocupes, te lo damos todo hecho, venga, te rebajo el precio de los artículos con jugosos descuentos, pero seguirás pagando más que hace un año, así que por mí no te preocupes. Te presto dinero, y tú me lo puedes pagar en cómodos y asequibles plazos de bajo coste. Pero, cuidado, que yo quiero seguir ganando el dinero que ganaba antes. Bajo la calidad de tus productos, automatizo más el proceso de producción, me ahorro el sueldo de varios empleados, que se van a la calle. Te doy facilidades a la hora de pagar, pero quiero algo a cambio, a más facilidades, más me pagarás a más. Y no te quejes, que fui yo el que pagué, aún tienes una deuda conmigo.

Hasta aquí no habría problema, pero, recordemos que se despidieron empleados, que no tienen dinero para pagar, y no pueden hacer frente a tanto gasto, el consumismo se reduce de forma forzada, y toda gran estructura sin su base se derrumba; el consumismo, sin consumismo, se derrumba. Los productos no se venden, tienen que tirarse, se producen pérdidas de dinero, hay qye despedir empleados, no se puede gastar tanto. Estos últimos tampoco tendrán dinero, y toda la superestructura queda reducida a nada. Hay desempleo, no hay dinero para pagar los productos. Una vez más, el desenfreno y el descontrol sobrepasan sus límites, produciéndose una crisis económica, momento de decadencia.

Pero aún no se acabó, para poder sacar rentabilidad a lo poco que se produce, hay que aumentar más el precio, hay que aumentar los intereses. cada vez más, cada vez más. Los ricos quieren ser más ricos, los pobres, son más pobres.

¿Es tan bonito?

Sé que es un ejemplo un poco drástico, y que se puede arreglar, pero no nos confundamos. Se arreglará, sí, pero entonces volveremos al principio de la historia. Es cuestión de tiempo que el egoísmo, la avaricia, el ansia de poder, hagan sus efectos.

Escondido

Controlar el propio cuerpo es difícil, mucho. Se requiere mucha preparación para poder controlarlo todo, y a la vez no controlar nada. Se pueden intentar controlar las emociones, los movimientos inconscientes (caminar con mayor o menor rapidez, respirar más o menos fuerte...), pero siempre habrá algo incontrolable: los latidos del corazón, el tiempo que aguantamos sin aire, algunos sentimientos intensos... No se puede controlar nada al cien por cien, al igual que no se puede controlar a una persona, no se pueden controlar sus pensamientos. Siempre habrá un pequeño rincón libre de toda opresión que se fortalece ansioso de aflorar. Cuando sale a la luz, se produce un descontrol parcial o total del sistema mayor, alterándolo y llamando la atención, que siempre consigue escapar, puede ser golpeado una y mil veces, que siempre tendrá reservas en ese rincón imposible de encontrar, porque siempre está en el lugar menos esperado, dentro de la zona menos imaginada de la región en la que seguro no está.

Controlar algo es imposible, todo tiene su ansia de libertad y de dominación, y no se puede hacer nada cuando se desata, simplemente noquearlo durante un tiempo... hasta que vuelva a surgir.

El ser humano no necesita creer en ningún dios porque así se lo diga su yo interior o porque necesite abrirse a un ser sobrenatural; necesita la religión para poder dejar a un lado su egoísmo y triunfar en las relaciones sociales.

Golpes

La lluvia suele llevar connotaciones tristes. Cuando llueve, te sueles sentir de capa caída, triste, pensativo... Normalmente, los golpes duros de la vida, si cuadran en momentos de lluvia, se tragan peor. Parece como que incita al alma a sentir un pesar muy fuerte, y a querer cambiar todo, para que vayan mejor las cosas. Esto, con sol, no pasa tanto.

Pero, la lluvia, no es más que agua, fuente de vida. En la lluvia se puede resurgir, con fuerza, con vida, porque su frescura rejuvenece el espíritu. Para ello, no basta con verla, hay que tocarla, sentirla... Porque bajo la lluvia ese pesar es aún mayor, pero también el ansia de levantarse, y la fuerza surge de tu interior como un volcán en erupción. No maldigas a la lluvia, puede ayudarte a mejorar y a sentirte mejor. Esto, con sol, no pasa tanto; con el sol los golpes no son tan duros, pero permanecen ahí, se pueden dejar pasar, encubrir... pero no olvidar. Los grandes cambios de la lluvia son más notables y fuertes, permiten dejar de lado las penas y tomar un nuevo camino, más seguro y fiable.


"La lluvia no es tan mala, a mí me gusta."

Incapaz

Relájate, olvídate de todo, no pienses en nada, mantén tu mente en blanco... ¿Fácil? No. Se puede controlar la mente, a niveles normales es muy fácil, solo cuando desatas su furia es más difícil controlarla. No puedes parar de pensar, te das cuenta de que ya no la dominas, de que, aunque lo intentes, no puedes dejar de pensar, el sueño no te sirve de nada, no descansas, tu mente sigue funcionando, generando sueños, pesadillas, pesadez, cansancio... Observar que tu mente funciona más rápido que tu cuerpo, incluso más que tú, es muy chocante. No poder hacer nada por detenerla, no poder dejar de pensar, no poder dominarla, cada vez se hace más difícil.

¿Actuar sin pensar? No, no controlar los actos, pensar sin actuar, en el fondo es lo mismo; piensas tantas cosas antes de actuar, que acabas haciendo lo que pensabas al principio, un círculo vicioso que te agota.

Decir que no, aún queriendo decir que sí, está presente en el día a día, porque no eres tú quien controla tus actos, es tu mente, y tú ya no la controlas.





¿Locura?

¿Qué esperabas?

Nunca se sabe lo que vendrá con el tiempo, lo que se llegará a ser, a conseguir... La ley de Murphy siempre se acabará cumpliendo, así que no hagas grandes planes detalladamente, una pequeña diferencia supondrá que se estropee, no esperes que no pase nada, no creas en los milagros, confía en ellos. Las cosas no salen como se desearía, pero es así, y hay que aguantarse. Haber actuado antes, ahora no te quejes. No lo has hecho, no le des más vueltas, pasa página, que si no luego estarás quejándote todavía más por haber perdido este tiempo. Prepárate para lo peor, aunque su sacudida será muy fuerte incluso en las mejores condiciones.

Aunque puede que la fortuna te sonría y las cosas no salgan tan mal...

Ignorante

"Cuando pasas a mi lado y te veo sonreír, sonríe la ignorancia". Porque no sabes qué es lo que estoy pensando cuando estás a mi lado, no sabes qué pienso de ti, qué tengo en mi mente cuando te tengo cerca,cuando hablo contigo. Sonríe la imaginación, la confianza, la ignorancia. Porque, por mucho que me conozcas, nunca sabrás cómo soy, nunca sabrás cómo puedo llegar a ser, qué puedo llegar a ser. Te crees que lo sabes todo sobre mí, y en realidad quizá no sepas nada. Crees que sabes como soy, que conoces de antemano cómo voy a reaccionar, y que no puedes perder ninguna batalla que libres contra mí.

Te crees que soy como los demás, que yo también tropiezo cien veces con la misma piedra... Pues no, tropiezo doscientas; pero llegado a ese punto, será tal la costumbre de cometer el mismo error, que te lo imaginarás, y tu imaginación, tu confianza, tu ignorancia, te jugará una mala pasada, y te sorprenderé, y perderás la batalla con más diferencia que todas las que tú me has ganado a mí, porque crees que me conoces.

Yo también creo que te conozco, solo que, como me espero tantas cosas de ti, sé que tengo muchas probabilidades de errar, me preparo de antemano, no me confío tanto, porque sé que no te conozco.

Por eso, el día que esperes una cosa de mí, algo rutinario, y no lo obtengas, ese día, podré alzarme y decirte: "hoy gano yo".

Pasado

¿Qué pasaría si no hubiera hecho tal cosa? ¿Qué sería del mundo si no hubiera nacido? ¿Nunca te has preguntado el resultado que tendría determinada decisión o acción que no llevaste a cabo, o si no existieras? ¿La gente sería mas feliz, más triste, igual...?

¿Qué más da? Lo hecho, hecho está. Arrepentirse por el pasado es perder el tiempo, no se puede cambiar, podrían haber pasado infinidad de cosas, de las que solo sobrevivió una. De hacer otra cosa, el resultado sería distinto, pero no se puede cambiar, el momento pasó, y la oportunidad también. Errores se cometen, pero no se puede volver atrás para rectificar. Nada no sirve de nada, por lo menos será un ejemplo a no seguir. La gente sin ti sería diferente, no necesariamente más o menos feliz.

Estudiar el pasado sirve para aplicar lo aprendido en el presente. No cometer los mismo errores, modificar los resultados o anticiparse a los problemas. Puede permitir mayor agudeza, sensatez, desenfreno... Vivir a lo loco no tiene por qué estar bien ni estar mal, simplemente son formas diferentes de vida, pero hay que aplicar experiencias pasadas, sino no serviría de nada y se formaría un círculo vicioso en el que todo se repite. Lógicamente, una mala experiencia no debe conllevar un cambio radical que haga a la persona ser de una forma con la que no se siente identificada ni segura. Pequeñas variaciones, actitudes...

El no haber hecho una cosa implica no saber sus consecuencias. Es decir, si al realizar la acción A, totalmente opuesta a B, se obtiene el resultado P; tomar el camino de B no implica que se lleve a cabo Q, opuesta a P, a lo mejor resulta R, parecida a P. Existen factores y variables que modifican todo.

Luchar

Luchar por lo que quieres es algo que se suele hacer. Intentar alcanzar los sueños, cumplir los propósitos, mantener una situación, o cambiarla... Si se quiere algo con pasión, y no se consigue, puede producir un desmoronamiento muy grande. Guste o no, hay que levantarse. Intentar seguir con lo que se quería antes, o darlo por imposible y olvidarse de ello. Luchar por lo que se quiere es una de las cosas más bonitas -y más costosas- de la vida. El fallar siempre no implica que haya que rendirse. Hay que intentarlo una, otra y otra vez, hasta conseguir alcanzar alguna meta. No tienen por qué ser todas, sería un poco injusto hacia los demás. Claro que a veces no se consigue cumplir ninguna aunque se desee y se intente muchas veces. Fallar en muchas puede producir falta de interés y de ganas por seguir adelante. Ahi es cuando aparece esa razón, casi única, por la que se hace casi todo, y por la que se marcan nuevas metas; la fuente de las fuerzas que recibimos para seguir adelante.

Lucha por lo que quieras, y no te rindas ante el fracaso, levántate y anda, hazte más fuerte, enfréntate a nuevos objetivos, lucha hasta el final, no te rindas, déjate la piel en ello. Algún día lo conseguirás, o dejarás de tener nuevos objetivos porque ya te has cansado, en cualquiera de los casos no lo pasarás mal. En el primero, quizá seas feliz, en el segundo, quizá permanezcas impasible ante las vueltas que da la vida, pero no estarás triste.

"Todos soñamos con ser un caballero y tener algo por lo que luchar y un amor que defender". Perseguir las razones de nuestra existencia, nuestras fuentes de energía y de ánimos, y luchar por ellas, por conseguir su plenitud consigue realizarse, ganar experiencia, y siempre es una mejora. Con el tiempo, se aprende, quien tiene éxito, a triunfar y a ser feliz; quien no, a no derrumbarse y a ser imperturbable.

Nunca dejes de luchar, defiende lo que más quieras, saca toda tu furia y tu fiereza, y rompe las murallas de la realidad, para aunque sea soñar con cumplir los objetivos mientras se persiguen, a pesar de que luego no se consigan. Encuentra esa razón de tu existir, o razones, y lucha, lucha por ella, defiéndela; pues sin ella, ya no serás tu.

Inteligencia

Somos inteligentes, el ser humano es inteligente por naturaleza. Eso se dice. La verdad, hay ejemplos que no lo parecen. Se dice que la inteligencia es buena, acompañado de un "es mejor eso que nada". Está demostrado, la gente no quiere ser inteligente (hay excepciones, por supuesto). Pensar es para tontos, es una pérdida de tiempo, es inútil... a veces, sí. A veces, ser inteligente no sirve de nada; a veces, ser inteligente es un impedimento; a veces no se quiere ser inteligente. Porque el pensar puede tener efectos secundarios, tales como déficit de autoestima, soledad, etc. Pensar puede ser autodestructivo, puede generar odio hacia uno mismo, hacia lo externo, hacia ciertas cosas... ¿eso es malo? No del todo, se podría decir que esa persona "ha abierto los ojos", o también que se los ha empañado, según como se mire. ¿Y qué si pienso? ¿Y qué si digo que soy inteligente? Porque si no digo que soy inteligente no me queda nada a qué aferrarme. Pensar es bueno y es malo, como todo, depende del camino que tomes.

"En la ignorancia se vive feliz", visto desde el punto de vista del conocedor, puede parecer cierto; desde el punto de vista del ignorante, puede no parecer. Lo cierto es que al final nadie quiere ser tonto, quiere ser inteligente, pero no se demuestra; así que simplemente digamos que quiere no ser tonto, y punto. Pero, si no se es tonto ni inteligente, ¿qué se es? "Una persona normal y corriente, más o menos equilibrada". Puede.

Preguntas

¿Por qué pensamos? ¿Por qué somos "los únicos seres racionales"? ¿Por qué no puede haber más? ¿Acaso alguien puede demostrar que los seres humanos piensan? ¿Alguien puede demostrar que la "muestra de inteligencia" no son sonidos aleatorios que toman determinada forma en determinado momento? ¿Quién me dice que no soy el único que piensa? ¿Quién te dice que no eres la única persona que piensa? ¿Quién te dice que estoy pensando? ¿Quién te dice que no estoy pulsando estas teclas aleatoriamente? ¿Quién te dice que soy consciente de lo que hago? ¿Acaso soy yo? ¿No crees que es un testimonio poco fiable? ¿No crees que incluso aunque toda la humanidad me de la razón, a lo mejor es un testimonio poco fiable? ¿No se defendía que la Tierra era inmóvil? ¿No se defiende que la Tierra gira alrededor del Sol? ¿Y por eso tiene que ser necesariamente cierto?

Solo porque hace 500 años la mayor parte de la población creía en dios, ¿tiene necesariamente que existir? Solo porque hace 100 años que se extiende el ateísmo, ¿tiene necesariamente que no existir?

¿Piensas que hay testimonio fiable? ¿Y si yo te digo que ni siquiera tu pensamiento es fiable para ti? ¿Quién te dice que tu pensamiento no está equivocado? ¿Quién te dice que su pensamiento no está equivocado con respecto al tuyo?






¿Quién te dice que tenga razón?

Fade to black

Life it seems will fade away

Drifting further everyday
Getting lost within myself
Nothing matters no one else
I have lost the will to live
Simply nothing more to give
There is nothing more for me
Need the end to set me free

Things not what they used to be
Missing one inside of me
Deadly loss this can't be real
Cannot stand this hell i feel
Emptiness is filling me
To the point of agony
Growing darkness taking dawn
I was me but now, he's gone

No one but me can save myself, but it's too late
Now i can't think, think why i should even try

Yesterday seems as though it never existed
Death greets me warm, now i will just say goodbye
Goodbye

---------------------------------------------------------

A veces nos sentimos bajos de ánimo, decaídos, sin ganas de nada... sabiendo o no la razón. Yo aprovecho estos momentos para pensar (que raro, ¿no?) el porqué de ese estado, aunque lo sepa, buscar más allá. Ayuda a comprenderse a uno mismo y a cambiar ciertas cosas. Un pensamiento puede hacer que el pesar del alma se convierta en burla o en serenidad. Buscar una y otra vez el motivo, encontrarlo, profundizar todavía más, hasta encontrar la verdadera y auténtica razón de ese estado.

Eso ayuda a crear paz interior, ausencia de pesar en el alma, plenitud, serenidad, confianza en uno mismo... porque nos ayuda a conocernos mejor.

"Adiós"

Tiempo

El tiempo todo lo cambia. Pasa sin ser visto y deja su marca sobre todo. Se suele decir "qué buenos eran aquellos tiempos" o "qué bien me lo pasaba", pero, como propiamente se dice, eran otros tiempos, ahora toca vivir el presente.

Las cosas cambian porque el mundo cambia, y si una persona apreciada deja de hablarnos porque encontró a otra persona hay que aceptarlo, algo tendrá esa persona, ¿no? Ponerse celoso/a y borde no es la solución, así como tampoco lo es el intentar dar pena y compasión. Hay que aceptar las cosas, si se puede mantener esa amistad, y se quiere, se hace, y si no, hay que aceptarla. Luchar no sirve de nada, y empezar de cero no siempre da resultado.

En otras ocasiones, la amistad se rompe por motivo de la distancia, cambio de vivienda, de lugar de trabajo, de costumbres... Al principio se mantiene, pero luego, normalmente, se va debilitando porque cada uno hace su propia vida y, queriendo o no, se rompe el vínculo con la otra persona. Si después de un tiempo se recuerdan esos "viejos tiempos" y se intenta establecer amistad, es tarea harto difícil: cada uno ha cambiado sin el otro y es un cambio de personalidad impactante e instantáneo, no progresivo; además de que parece un intento forzado de revivir esa antigua amistad.

Perder amistades no es lo más deseado, a veces como castigo, a veces por casualidad, y a veces intencionadamente, pero es lo que toca. Hay que aceptarlo, porque así como unos se van, llegarán otros, es el ciclo de la naturaleza, todo se repite: las montañas, las rocas... cambian de lugar; los seres vivos cambian las sustancias por las que están formados, los átomos rompen sus enlaces moleculares para formar otros... Y así ha sido siempre.

¿De qué sirve llorar?

¿Para qué sirve llorar? Lloran los niños pequeños, cuando se hacen daño, cuando no consiguen lo que quieren, cuando son castigados... pero lloran porque no entienden la situación y no les gusta, rebelándose y diciendo "aquí estoy yo, hacedme caso".

A medida que se va creciendo, las lágrimas se van ocultando, se van callando, se vuelven silencosas y se limitan al entorno sentimental casi siempre. Pero, al igual que las lágrimas del niño salen a modo de queja, las del adulto también. Es un lamento, una queja por lo ocurrido, ¿de qué sirve llorar, entonces?

Para manifestar nuestros sentimientos, nada más, llorando no conseguimos cambiar lo ocurrido. Es cierto que cuando alguien llora la gente se suele compadecer, porque lo puede estar pasando mal, pero lo único que se consigue llorando es perder el tiempo. Malgastar un tiempo valioso que se puede aprovechar en muchas otras cosas.

Lamentarse no sirve de nada, cambiar el pasado es imposible, es mejor no desperdicar el tiempo con unas lágrimas y aprovecharlo. No digo sonreír, solo digo afrontar las cosas, encararse a ellas, luchar hasta el final y, si no se sale bien parado, levantarse y anda. Quedándose en el suelo quejándose no se hace nada, se puede conseguir la ayuda de alguien, pero esa ayuda tardará en llegar. Es cierto que las cargas, compartidas, son más llevaderas, pero también hay que hacerse fuerte. Cabe pensar que los demás también llevan sus cargas, si bien quizá no les importe, sí que los desgasta.

"Deja de llorar, tus lágrimas te van a ahogar, [...], echa a andar y si la vida te pisa desenvaina una sonrisa y vuélvete a levantar"

~Estas entradas no van dirigidas a nadie en concreto, son solo reflexiones personales que se pueden considerar dirigidas a todo el mundo, donde yo me incluyo.

En un lugar sin Dios

Imaginar el propio entierro puede sonar macabro, pero, pensando un poco, quizá sería uno de los momentos más reales de la "vida". Quiero decir, cuando te mueres, nadie va a ir a tu entierro si no le caes bien, a no ser que vaya obligado/a o para aparentar. En ese momento sería cuando las personas que realmente te quieren lo demostrarían, y la gente hipócrita se reiría o incluso ni se inmutaría.

Puede sonar fuerte, repito, pero aclararía todas nuestras dudas acerca de quien nos aprecia y quién no. "¿De qué amigos eres amigo?" Que tú tomes a una persona como amiga tuya, no quiere decir que ella haga lo mismo, la reciprocidad no siempre se cumple, y más tratándose de estas cuestiones. Pensar que hoy en día la hipocresía abunda bastante en el mundo puede producir escalofríos, a lo mejor más incluso que imaginar el funeral, al pensar que esa hipocresía puede adueñarse de tus personas cercanas y vivir con vistas a sus fotografías.

A la hora de la verdad, siempre duele cuando alguna persona apreciada no cumple nuestras espectativas, podemos enfadarnos con esa persona, romper la relación... Pero ante esto cabe decir que nadie sabe lo que los demás piensan, así que esperar que alguien haga lo que quieras a veces resulta un poco complicado. Las amistades pueden equivocarse, no acertar con las palabras o con el momento, con las acciones... pero también, son ellas las que van a estar siempre equivocándose. En esos casos, una de dos: o la hipocresía alcanza un punto muy crítico, o no existe tal idea.

Ahí lo dejo, cada uno que piense lo que quiera.

Perder el tiempo

Normalmente, la gente, cuando un día no sale, se queda sola en casa, etc. se suele quejar. Si la historia se repite una vez más en el plano de dos semanas, algunos incluso se quejan porque se tienen que quedar en casa. Pues sal fuera, ¿no? Así ya no te quedas en casa. Pero no, eso no vale, lo que quieren decir cuando dicen que se "tuvieron que quedar en casa" es que "no quedaron con nadie". Y esto no gusta, ¿por qué? ¿Por qué tanto desprecio a uno mismo?

¿Qué hay de malo en quedarse un día en soledad, tranquilamente? El tiempo se puede aprovechar. Leer un libro, reflexionar, o simplemente observar el transcurso de la realidad. A algunos les sonará aburrido y dirán que es una pérdida de tiempo, que eso no vale para nada. Ciertamente, todo es una pérdida de tiempo: el tiempo que empleamos en hacer algo, ya no lo podremos recuperar, por eso hay que aprovecharlo. Pero aprovecharlo no quiere decir desmadrarse ni desentenderse de todo, preocupándose solamente de disfrutar. Dedicar unos minutos a uno mismo también es aprovechar el tiempo. Reflexionar acerca de cómo es su situación, recordar buenos momentos, pensar en el futuro... Hay infinidad de opciones.

¿Por qué tanta velocidad, tanto descontrol? Se puede pasar un buen rato en intimidad con uno mismo. Nos sirve para conocernos mejor, nuestra personalidad, nuestra forma de ser, corregir los fallos, perfeccionar nuestro ser, nuestra esencia. A veces, "perder el tiempo" no es tan malo. Es preferible perder el tiempo de vez en cuanto a ser una máquina que hace lo que le mandan -bueno, para algunas personas no-.

La próxima vez que os quedéis solos y aburridos, no os quejéis. Por un lado, estais perdiendo un tiempo valioso, aprovechadlo conectando con vosotros mismos, ya que es inevitable la pérdida de tiempo de todos modos. Por otro lado, no os estaréis queriendo suficiente. Quejarse por no estar con alguien significa falta de afecto hacia uno mismo. Aunque, todo tiene su límite...

Quemar hielo

¿Quién no ha intentado quemar hielo alguna vez? Yo mismo lo intento muchas veces, se podría decir que casi a diario, y sí, sin ningún resultado, por eso se llama quemar hielo. Me diréis que estoy loco, yo diré: puede, pero tengo motivos, motivos razonados. ¿Por qué no intentarlo? Imaginar que se consigue, conseguirlo, sí, sería bonito, pero no solo eso. A veces se consigue que se derrita, que se evapore... Otras no, dependiendo del tamaño, la temperatura y el tiempo.

También depende del tipo de hielo. Cada uno es distinto, algunos se pueden parecer, pero nunca serán iguales, siempre tendrán algo característico que los diferencie. Y claro, si la llama es la misma, no se obtienen los mismos resultados con todos, independientemente del tiempo empleado. Ahora mismo estoy intentando quemar hielo, pero no uno solo, varios a la vez. También diréis: serán "cubitos", ¿no? Pues no, hielo, entendido como 'pedazo de hielo', porque no todo hielo es cubito, además, como ya he dicho, cada uno es distinto. Algunos son proporcionados, otros estilizados, desiguales, puntiagudos, redondeados; algunos producen más sensación de dolor, otros en cambio refrescan...

Quemar hielo, aparentemente imposible, pero, ¿quién sabe? Puede salir algo curioso, a lo mejor hasta se consigue cambiarlo, moldearlo un poco, de la manjera que sea: suavizando sus puntas, quebrándolo, haciéndolo más frágil, dándole simetría... pero nunca igualándolo a otro, porque no solo se diferencian en la forma, también en la estructura, en el contenido.

Desde un copito hasta un glaciar, se puede intentar. Yo seguiré quemando hielo, por lo menos hasta que el cuerpo aguante.

Pensamientos

Piensas que eres tú la persona que piensa los pensamientos que piensas, pero en realidad es la sociedad quien piensa y te hace pensar los pensamientos que piensas que piensas por tu cuenta. Aplicando esto, esto mismo que estoy pensando no lo pienso yo, sino que lo está pensando por mi la sociedad, pero, ¿por qué piensa la sociedad? ¿Qué hace a la sociedad pensar? Pensemos.

Dejando a un lado todo lo anterior, yo ahora estoy pensando esto, y lo estoy diciendo. La persona que lea esto, estará leyendo lo que yo pienso, es decir, en cierto modo, está pensando lo que yo pienso. Supongamos que yo soy la sociedad -puesto que la sociedad está formado por personas, y de momento no está demostrado que no lo sea-, esa persona estará pensando lo que la sociedad, es decir, yo, estoy pensando. ¿Y si lo invertimos? ¿Y si hacemos que esa persona sea la sociedad? Yo pienso una cosa y se la doy a conocer a la sociedad, pensando así la sociedad lo que yo pienso. SI esa persona comunica sus pensamientos a otra, estará haciendo lo mismo, y, quizá, consiga que la otra persona cambie de idea y se incline por una postura similar a la suya.

Concluyendo, la sociedad nos hace pensar, pero somos nosotros los que hacemos a la sociedad pensar, por eso, pensad, y no digáis que no valéis para nada; en el peor de los casos, serviréis para hacer pensar a los demás, a la sociedad, que no servís para nada.

Inauguración

Tras varios días de preparaciones y algunos resultados fallidos (¿a que queda bien?), me decido a abrir este blog. Su fin no es informar ni comentar mi vida, simplemente poner mis reflexiones, mis pensamientos acerca de todo, y contárselo a alguien, aunque nadie lo lea. Lo dicho, empezaré en breve a actualizar.

El nombre del blog se lo agradecéis a James Hetfield, Lars Ulrich, Cliff Burton y Kirk Hammet.
Fade to black