Fade to black

No importa a quién se le atribuya, tan solo que se recuerde.

25/1/09

Sorpresa

Por mucho que creas conocer a una persona, nunca lo harás por completo. A veces, en los momentos menos esperados, las personas nos sorprenden con actos inesperados, que chocan con su forma de ser o que nunca imaginaríamos que podrían hacer. A veces son actos que pensamos que es realmente imposible que hagan, pero llega un día que lo hacen.

Esa sorpresa (des)agradable no nos deja impasibles, puede cambiarnos el día, la forma de ver a esa persona...

A veces, somos nosotros los que sorprendemos a los demás -e incluso a nosotros mismos-, y no siempre producen el efecto deseado, pero de eso tratan las sorpresas, de que es algo inesperado, que no sabes como se va a reaccionar.

Las sorpresas, a veces, vienen producidas por los cambios: tú cambias, cambias tu forma de actuar, sorprendes a alguien con ella. A veces, da gusto sorprenderse. A veces.


Sí, hoy va por ti.

18/1/09

Pedazos

No te das cuenta de lo que realmente eres. Te crees que todo es real, que nada es mentira, que todo es por lo que tu piensas. Quiero que recapacites y reflexiones sobre lo que has estado haciendo todo este tiempo, sobre todo lo que te ha pasado. ¿Lo ves ahora? ¿Entiendes que no todo es del color que creías ver?

Cuando te das cuenta de la verdad, esta te golpea, te rompe en pedazos difíciles de unir, que te planteas unir. Te das cuenta de que has vivido una mentira, de que nada es lo que parecía. A lo mejor sí que era real, pero la realidad se deformó, volviéndose mentira. Mírate, ahí, en el suelo, ya no sabes ni cómo levantarte. A veces no quieres ni intentarlo, pero otras te dices que sí, que merece la pena. Bueno, quizá tanto no, pero crees que es mejor levantarte, volver a unir las piezas. Aunque sabes que quizá se vuelvan a separar, que quizá volverás a romperte.

Te vuelves a recomponer, por fin, ya eres una unidad de nuevo. Una unidad, no una pieza, recuerda lo que eras antes, recuerda lo que eres, recuerda lo que puedes ser. Aunque lo desees, no puedes ser una sola pieza, debes poder ser destructible. Más vale que lo aceptes, y que te prepares como tal, porque si no luego, será más fácil separarte. Imagina que haces un castillo de naipes y crees que es una pieza, inseparable, no lo protegerías de nada, y a la mínima ráfaga de viento, se caería. No hagas tal cosa, si has dedicado tiempo a recomponerte, no te abandones tan a la ligera.

Otra cosa, las piezas, esas unidades pequeñas, pueden ser destruídas, es decir, que quizá no las encuentres, quizá no las puedas recuperar. Entonces, ya no podrás volver a ser completamente tú, te faltará algo, algo que ese golpe te ha roto, y que puedes dejar ahí o intentar ocupar con otra cosa, pero nunca recuperarlo.

Recuérdalo, no eres más que piezas, que encajan una con la otra formando una estructura estable y resistente, pero divisible, no lo olvides, no infinitamente resistente.

11/1/09

Las apariencias engañan





Tiempo después descubres que ya no es como era, que las cosas ya no son como eran... porque algo ha cambiado, porque algo las ha hecho cambiar.

Esa persona que durante cuatro meses has dejado de saber de ella; esa cosa que habías olvidado en un rincón, o que incluso desconocías su paradero... ya no son como eran. El atractivo que encontrabas en ellas puede haber desaparecido, o al contrario, mejorar; pero en todo caso, tardarás en darte cuenta de esto último -claro está, si antes se lo encontrabas-.

Piensas que todo estará ahí para siempre, que es eterno, que no va a cambiar, y el error empieza en ti mismo/a, porque tú cambias, tú cambiaste al olvidarte de eso que ahora rechazas porque no es como esperabas, porque no es como lo recuerdas, mejor dicho, no es lo que querías... pero a lo mejor, eso tampoco quería haber cambiado, o que lo abandonaras.

Cuando te das cuenta de que las cosas cambian, pero sobre todo, de que lo hacen constantemente, te darás cuenta de que cuando compartías tu tiempo con ellas también cambiaban, pero era un cambio lento que apenas notabas, y ahora te los encuentras todos de golpe. Y no por eso han dejado de ser como eran, no por eso han abandonado su esencia, simplemente se han adaptado a las nuevas condiciones, y tú no estabas a su lado para ofrecer tu ayuda.



Cuando, después de mucho tiempo, algo vuelve a ti, algo que habías perdido, algo que echabas de menos, o algo que a lo mejor olvidaras, y te das cuenta de que era más o menos importante para ti, piensas en todo lo que hiciste, en el tiempo que perdiste, y que a lo mejor, ya no es recuperable, porque a lo mejor ya no quiere que estés a su lado.

Pero párate a pensar que tú también cambiaste, a lo mejor tampoco le gusta tu cambio, o porque cierto día lo abandonaste, te guarda rencor y ya no quiere estar a tu lado, no quiere que compartas tu tiempo consigo.

Lo hecho, hecho está, pero sus consecuencias por siempre estarán presentes. No lo olvides.

1/1/09

Cambios





La costumbre es que a comienzos de año se lleven a cabo una serie de cambios en la vida, los propósitos de año nuevo, que normalmente quedan en eso, porque no se llevan a cabo.

¿Por qué a principios de año? ¿No se puede coger y decir: mañana empiezo?

La mayoría de los propósitos son muy comunes: dejar de fumar, hacer ejercicio, llevar una vida mas sana..., y un largo etcétera. ¿Por qué no hacer unos más originales? ¿Por qué no hacerlos en cualquier otra fecha?

El problema de los propósitos estos es que se cogen en una etapa por así decir complicada, el ajetreo de las fiestas, luego la vuelta a clases, rutina diaria... que impiden dedicarle el tiempo necesario a dicha tarea -o más bien, favorecen la pereza de sacar tiempo de otras cosas-. En cambio, si por ejemplo se inicia en una época de tranquilidad, en la que no haya tanto cambio, ya sea en vacaciones o no, la constancia en el tiempo disponible permite amoldarse a dichas tareas, y así luego, en tiempos adversos, cuesta menos sacar tiempo de otras cosas.

Pero estos cambios no siempre dependen solo de uno mismo. A veces requieren que otra/s persona/s actúen de determinada forma, o que ocurra cierto suceso no necesario para nada salvo para esto en cuestión; es decir, se depende de la "suerte". Y cuando no acompaña, es una bajada de moral, por eso no recomiendo hacer propósitos de año nuevo.

Observa tu día a día constantemente, no una vez al año, e introduce cambios cuando sean necesarios, y no cuando lo marque la tradición.