Fade to black

No importa a quién se le atribuya, tan solo que se recuerde.

19/4/09

Motivos

Un día más sale el sol y te levantas. Interrumpes tu placentero descanso para dar paso a la inquietud del día. No sabes lo que te espera, no sabes qué puede ocurrir, pero aún así lo haces. Prefieres la incertidumbre, la inseguridad. Sabes que el resultado no siempre fue bueno, pero lo sigues haciendo. Aún sin saber por qué lo haces, lo haces.

Te autoengañas creyendo que es por una cosa, que a la hora de la verdad no te importa. Camuflas tu verdadera razón, hasta el punto de que no la reconoces.

Mas un día, ese motivo sale a la luz. Y te das cuenta de que no era tan agradable como querrías. Te niegas a reconocer la verdad, pero esa es. Por algo lo habías camuflado.

No aceptas que ese sea el motivo, no aceptas que tu realidad se reduzca a eso. Te desprecias a ti mismo/a, e intentas destruirte, intentas acabar contigo, con tu integridad, hundirte en la miseria por eso, para poder empezar desde abajo de nuevo...

Pero no da resultado, ha dejado una gran huella en ti y no te puedes reponer. Cada vez que intentas levantarte, te aprisiona y no te deja salir. Es curioso que un pensamiento pueda hacer tanto, que una razón pueda humillarte tanto...



Pero descubres que es peor no tener un motivo para hacerlo. Y necesitas buscar otro, otro que probablemente te volverá a hundir... o quizá no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero ese motivo está ahí. No deberías obviarlo, no tratar de escapar de él.

Asumirlo, afrontarlo. Si ese es de verdad el motivo que hace que te levantes será porque significa algo, porque tiene un valor.