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No importa a quién se le atribuya, tan solo que se recuerde.

8/11/08

Paciencia




La calma, la tranquilidad, esa gran compañera que todos queremos, esa situación en la que no se está mal. Los períodos de calma siempre son agradecidos, nunca viene mal un descanso. Son agradecidos, digo, incluso aunque se trate del ojo del huracán. En una época de tempestad, el reposo es agradecido, ayuda a coger fuerzas para la siguiente oleada. Claro que, siempre hay que pensar en el futuro, si no, el resto de la tormenta nos cogerá por sorpresa y ocurrirá lo peor.

Siempre hay que pensar en el futuro. Si vives pensando en el futuro ocurren dos cosas: o no disfrutas el presente, pensando en lo que ocurrirá después, o bien no le das importancia a las penurias que puedas pasar en un presente difícil, esperando que el futuro sea mejor. En cualquier caso, pensar en el futuro, en las consecuencias de las cosas, en lo que pueda venir, no está de más; alguna que otra vez, no hace daño hacerlo. Abstraerse, abandonar el presente, para imaginar lo que sucederá, puede evitar unos cuantos problemas, así como también, en otros casos, puede provocarlos.

Pues, siguiendo con lo anterior, no podemos actuar sin más, tiene que haber alguna causa, alguna finalidad, algún objetivo. Aspirar a ese objetivo nos lleva a pensar en el futuro, y en lo que puede hacer que se cumpla o que no se cumpla.


Para conseguir la calma, para disfrutarla o para saber esperarla, hace falta una cosa muy importante: paciencia. Sin paciencia, no se puede esperar que llegue un tiempo mejor, puesto que la espera se hará eternam así como no se puede conseguir la calma, porque el largo período de tiempo anterior no habrá pasado en vano, y aumentará la tensión, produciéndose un alejamiento de la calma. Con paciencia, se puede encontrar calma en cualquier situación. Para hacerse a una idea, en una época de total tensión y aparente estrés, como puede ser la temporada de exámenes en un estudiante, si se utiliza la paciencia, el pensamiento frío, se puede realizar un esquema de la disposición del tiempo, dejando tiempos de margen e incluso momentos de descanso. Pues bien, esos momentos de descanso, son la calma. En cambio, si uno no piensa, incumple el horario -si es que fijó uno-, actúa según lo que le apetezca en ese momento, sin pensar en el futuro, se encontrará en una situación en la que se quejará tanto por haber perdido el tiempo como por carecer de él. En estos casos, si no se actúa con paciencia, la misma que ha faltado hasta este momento, la bola de nieve seguirá aumentando, arrastrando todo a su paso.

La paciencia sirve de mucho. Afrontar cualquier problema con calma, programando, siempre es mucho más fácil de solucionar -pero no de vivir- que dedicarse a pensar en lo gordo que es y en cuán desdichados somos. Esta opción es la más fácil a la hora de vivir el problema, pero no si queremos solucionarlo.


De modo que, teniendo en cuenta que hay que tomarse los acontecimientos de la vida con calma y paciencia, puesto que no todo saldrá siempre como queremos. A menudo se achaca esto a la suerte, ya sea buena o mala...

Veamos, la suerte no existe. Lo que llamamos suerte o azar, no es más que una serie de coincidencias. En algunos casos, estas coincidencias siguen un curso favorable desde el punto de vista de una persona, pero malo desde el de otra, y viceversa. Ilustrándolo, si nos encontramos en una situación en la que hay que escoger entre dos opciones, sabiendo que cada opción conlleva a un resultado, pero indeterminado par anosotros, tal que así:


A ----> C ---(factor m)--> M
A ----> C --- (factor n)--> N ----> X

B ----> D ---(factor o)--> O
B ----> D ---(factor p)--> P ----> Y
B ----> D ---(factor q)--> Q ----> Z


En este sistema, A y B son las opciones, que a la vez causan las situaciones C y D, respectivamente. Cada una de estas, puede producir otras, condicionadas por una serie de factores, que pueden intervenir o no. En cualquier caso, la intervención de estos factores se debe a la casualidad, a la coincidencia, a eso llamado suerte, pero que no lo es. Si tenemos en cuenta que la solución X es favorable, Y y > son negativas, y el resto no se consideran ni buenas ni malas, se diría buena suerte en el caso de X, mala suerte en Y o Z, y ausencia de suerte en los demás casos.

Por eso, no digamos que tenemos buena suerte, solo tenemos que decir que una serie de factores fueron acordes con nuestros intereses, y la mala suerte se debe a que los factores no eran los deseados. En todo caso, una vez más, como todo problema, debemos afrontar la mala suerte con paciencia, y la buena suerte como simplemente eso, 'buena suerte', sin que ninguna fuerza externa o sobrenatural nos guiñe su ojo.



Paciencia, tu suerte se acaba.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Bueno, bueno...

Interesante tema el cual hace unos días he tratado en clase, sí, tengo una asignatura destinada a aprender a gestionar nuestro tiempo y demas paridas...

Estoy de acuerdo en que la calma es agradecida, que ayuda a coger fuerzas y que hay que pensar en el futuro, viviendo en función del día a día da resultado muchas veces pero siempre acaba arraigando problemas, pero tampoco creo que vivir pensando en el futuro sea la solución, hay que tener una gestión compartida del tiempo.

Yo no pienso que la calma esté tan ligada a la paciencia, la calma puede llegar con y sin ella. Alguien con la paciencia agotada puede estar desesperado por X tema y por mucho que no espere que llegue un tiempo mejor, ese tiempo puede llegarle, aunque no lo espere ni lo busque porque no es un factor sobre el que tenga control. Aunque esta persona esté todo el día en tensión y desquiciado, cualquier día puede ocurrir algo que le llenara de "calma" a pesar de no esperarla y estar sin paciencia.
Al igual que esa situación podría darse, tambien puede ocurrir que aún con paciencia se encuentre la calma en cualquier situación. Ayuda tener paciencia? Sí, pero no es tan concluyente.

Sobre tu ejemplo del estudiante, el que no planifica sus horas y actúa según le apetezca en ese momento, acaso todo ese tiempo que está haciendo lo que le apetece, no es su momento de "calma"? Sí, luego puede tener ese período de estrés por no haber hecho lo que tenía que hacer como debía hacerlo, pero aún así, no ha disfrutado cuando quería disfrutar, no es esa la calma?

La paciencia sirve de mucho, si, pero tampoco creo que afrontar los problemas con calma y programando sea siempre mucho más fácil, para nada... Habrá casos y casos, y no hay mas que pensar para ver que para resolver algunos es mejor la reactividad. Tambien, es que el estar pensando, planificando, como actuar sobre un tema durante determinado tiempo/días no es precisamente hacer que la calma se disipe? Es estar estresado, pensando que hacer, para nada eso es estar calmado.

Sobre la suerte pues... dices, la suerte no existe, lo que llamamos suerte no es más que una serie de coincidencias. Pero es que precisamente la palabra suerte se define así mismo. Dices que no existe pero tú mismo te contradices al decir que lo que llamamos suerte es otra cosa, pero es precisamente lo que la suerte es.

Por eso, todos los párrafos que hablas de suerte me parecen totalmente contradictorios,

Por eso, no digamos que tenemos buena suerte, solo tenemos que decir que una serie de factores fueron acordes con nuestros intereses, y la mala suerte se debe a que los factores no eran los deseados.

Es que la suerte, es eso ! xD

No sé si me explico... pero vaya, la suerte existe y la has definido muy bien aunque digas que es "otra cosa".

A pesar de no estar muy de acuerdo, buen tema y opinión.

Feliz cumpleaños y un abrazo.

Adri Moa dijo...

Aunque esta persona esté todo el día en tensión y desquiciado, cualquier día puede ocurrir algo que le llenara de "calma" a pesar de no esperarla y estar sin paciencia.

A lo que me refería era que si la persona está desesperadamente buscando al calma, no la conseguirá, no lo que tú dices.

Tambien, es que el estar pensando, planificando, como actuar sobre un tema durante determinado tiempo/días no es precisamente hacer que la calma se disipe? Es estar estresado, pensando que hacer, para nada eso es estar calmado.

Si llevas una planificación coherente, con tiempos de descanso, para nada te estresa; si decides un horario estando calmado, realizas un horario calmado; si por el contrario lo haces estresado, te saldrá estresado, pero eso depende de cómo te plantees la situación, no de si estás en una época de estrés.


Y por último, la suerte a veces se atribuye a seres externos y poderosos que para nada tienen que ver, y además, lo que yo ahí estoy diciendo no es que exista la suerte. Lo que digo es que ciertas acciones producirán otras, y las producirán siempre, no harán unas veces una cosa y otras otra. En el caso de factores externos, estos, a su vez vendrán provocados por otros, y siempre se cumplirá así. Si algo se sale de la regla, es porque no se cumplió todo, con lo cual, es una forma de determinismo, no de suerte. Y no digas que la suerte está dentro del determinismo, porque entonces hagamos lo que hagamos siempre se producirá un único resultado.