Fade to black

No importa a quién se le atribuya, tan solo que se recuerde.

5/6/08

Tiempo

El tiempo todo lo cambia. Pasa sin ser visto y deja su marca sobre todo. Se suele decir "qué buenos eran aquellos tiempos" o "qué bien me lo pasaba", pero, como propiamente se dice, eran otros tiempos, ahora toca vivir el presente.

Las cosas cambian porque el mundo cambia, y si una persona apreciada deja de hablarnos porque encontró a otra persona hay que aceptarlo, algo tendrá esa persona, ¿no? Ponerse celoso/a y borde no es la solución, así como tampoco lo es el intentar dar pena y compasión. Hay que aceptar las cosas, si se puede mantener esa amistad, y se quiere, se hace, y si no, hay que aceptarla. Luchar no sirve de nada, y empezar de cero no siempre da resultado.

En otras ocasiones, la amistad se rompe por motivo de la distancia, cambio de vivienda, de lugar de trabajo, de costumbres... Al principio se mantiene, pero luego, normalmente, se va debilitando porque cada uno hace su propia vida y, queriendo o no, se rompe el vínculo con la otra persona. Si después de un tiempo se recuerdan esos "viejos tiempos" y se intenta establecer amistad, es tarea harto difícil: cada uno ha cambiado sin el otro y es un cambio de personalidad impactante e instantáneo, no progresivo; además de que parece un intento forzado de revivir esa antigua amistad.

Perder amistades no es lo más deseado, a veces como castigo, a veces por casualidad, y a veces intencionadamente, pero es lo que toca. Hay que aceptarlo, porque así como unos se van, llegarán otros, es el ciclo de la naturaleza, todo se repite: las montañas, las rocas... cambian de lugar; los seres vivos cambian las sustancias por las que están formados, los átomos rompen sus enlaces moleculares para formar otros... Y así ha sido siempre.

No hay comentarios: